Los autos primero, los peatones después

Cuando George, Paul, Ringo y John se tomaban esa famosa foto sobre al rayado peatonal de Abbey Road en Londres quizás no habría existido mucho problema en pensar si venían autos (llamados en Venezuela carros) o no. O sea, no creo que haya pensado el equipo de producción de la inmortal foto que si no se apuraban en cruzar el rayado viniese un carro y se los llevara por medio. Y es que en Inglaterra, al igual que en mucho otros países del mundo, no necesariamente industrializados, el rayado sin semáforo indica al conductor de un carro que si hay peatones en las aceras a los extremos del rayado con intención de cruzar, este debe frenar y dar paso a los peatones.

Es lo que me inculcaron en la escuela en aquella asignatura que se llamaba Formación, Moral y Cívica en una unidad relacionada con las normas del buen ciudadano. Todavía me acuerdo del dibujo en el libro de un carro parado antes del rayado dándole paso a los peatones, me acuerdo que todos los personajes, incluyendo al chofer, tenían sendas sonrisas en sus rostros y se mostraban felices de vivir en armonía.

Me acuerdo también de la famosa cuadrilla que conformábamos los mismos estudiantes de las escuelas con el signo de STOP o PARE y que nos turnábamos todos los días para que los carros se pararan y poderle dar paso a los chamos que salían y entraban a la institución.

Lamentablemente todos esos recuerdos y enseñanzas parecieran que ya hoy día no se tratan en el ambiente escolar o cualquier ambiente educativo, incluyendo el universitario. Sabemos de lo fácil que es obtener una licencia de manejo en Venezuela, donde muy poco se aplican reales pruebas teóricas y prácticas para comprobar si el que va a emprender la tarea de conducir por nuestras calles está realmente en capacidad de hacerlo.

Si te atreves a cruzar el rayado en cualquier calle o avenida de nuestras ciudades debes hacerlo mientras no haya carros cerca de otra manera se corre el riesgo de ser atropellado o de que te saquen la madre y toda la familia porque “es” el peatón quien incurre en la falta.

Lo mismo pasa en los semáforos, la luz amarilla significa: dale más rápido en vez de frena. Debo reconocer que las pocas veces donde he visto que los carros frenan antes del rayado en un semáforo es en el Municipio Chacao del estado Miranda, cultura que se creó desde el reinado de su alcaldesa Irene Sáez, municipio que llevó el apodo de Irenelandia por ser un modelo donde las normas del buen ciudadano se cumplían. Sin embargo, este mismo conductor que respetaba las normas en Chacao una vez que dejaba este municipio se olvidaba de lo bien que se había portado.

Es quizás una mala maña que adquieren los conductores en Venezuela de creer que todo aquel que maneja un vehículo es igual o superior a Dios. Mucho más si es un vehículo del año dotado de buenos cauchos y vidrios oscuros.

Podremos algún día superar esta actitud y empezar a actuar así como lo decía Miguel Ángel Landa al final de cada episodio de su programa Bienvenidos: por medio minuto que frenes y le des paso al peatón no llegarás tarde al trabajo o a la cita, “Has bien y no mires a quien”.

Ciro García