Sueño bonito con mi pueblo

Estuve este diciembre en mi Guaira querida, visitando a mi madre y a mis buenos panas que todavía quedan en las esquinas. Ya eran unas cuantas navidades sin estar cerca de ellos, qué alegría.

No tan alegre me sentí al ver que a pesar de los grandes esfuerzos de reconstrucción realizados desde la tragedia del 99, pareciera no existir un plan de reordenamiento y de planificación civil, social y turístico para el estado más pequeño del país pero uno de los más importantes, ya que como decimos los varguenses: “somos la entrada a Venezuela”.

No me explico, y ojalá alguien pudiera hacerlo, como en tantos años que llevo escuchando de un bulevar por toda nuestra costa, todavía no se concreta este proyecto. Siempre he soñado con un solo tramo peatonal y vial desde Mamo hasta Tanaguarena. ¿Difícil?, no, difícil no es. Lo que ha sido difícil es tener gente con guáramo y cariño por nuestro terruño. Lo que ha sido difícil es dejar el “ñemeo” por los centavos, lo que ha sido difícil es no pensar en cuánto me voy a ganar por tapar los huecos de Mare o por cambiar por enésima vez la isla de la avenida Soublette.

Sueño con este bulevar en el cual a cada 500 metros exista un módulo integral conformado por funcionarios turísticos, de seguridad y sanitarios y que los mismos se trabaje las 24 horas del día los 365 días del año. Sueño con este bulevar limpio con una buena caminería así al estilo de Copacabana e Ipanema en Río de Janeiro ¿Difícil?, no, difícil no lo es ya que nuestro gobierno tiene muy buenas relaciones con el hermano país del sur y se puede firmar un acuerdo para que de Río vengan a enseñarnos cómo hacer las cosas.

Sueño con un buen sistema de transporte masivo para Vargas, desde Carayaca hasta Caruao. Un sistema de transporte que acabe con las camioneticas y provea autobuses con aire acondicionado, con espacio para las personas con discapacidad, con un buen sistema de paradas (como las que están haciendo, felicitaciones por eso), con un buen sistema de seguridad, con seguro al pasajero, sin sonido de alto volumen ni regetón, con choferes uniformados y de buena atención al cliente, con un sistema de tickets multiabono parecidos al metrobus, que por cierto viaja de la estación La Paz a La Guaira.

Sueño con un sistema de ferris, ahora que Conferry es nuestro, que zarpe desde Mamo hasta Caruao cada media hora y haga parada en cada una de las antiguas parroquias. Donde se construyan a lo largo de este bulevar muelles de carga y descarga de pasajeros. ¿Se imaginan en cuánto beneficiaría este sistema de transporte al estado?

Sueño con la reactivación de los antiguos hoteles Sheraton y Melía, que según me enteré ya el gobierno aprobó la partida para este fin pero también sueño con la activación del hotel del aeropuerto y de unos veinte buenos hoteles más y unas doscientas posadas, y buenos restaurantes, y un gran complejo deportivo de playa y acuático a lo largo de este bulevar. Un complejo deportivo donde nuestros celebres surfistas dicten cátedras, donde nuestros buenos voleibolistas de playa dicten clínicas, donde podamos jugar libremente futbol de playa, raquetas y hasta beisbol. Sueño con la reconstrucción y constante mantenimiento del César Nieves y del Pavero.

¿Es mucho soñar o mucho pedir tener un estado como el que describo? ¿Podrá existir alguien con temple, buena fe, ganas de trabajar, eficaz, eficiente, sincero y honesto quien reordene a Vargas? ¿Difícil? NO, difícil no es, reafirmo, somos el estado más pequeño y más joven del país pero seguiremos siendo la entrada más importante del mismo.

Ciro García

De La Páez, Catia La Mar.