lunes, 9 de noviembre de 2009

TURISMO LINGÜÍSTICO, PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE

En un buen gráfico de hace ya unos años, un grupo de planificadores que trabajaban en el Ministerio de Turismo, representaban los cuatro elementos que debían conformar el Desarrollo Endógeno de la actividad turística en Venezuela. Al principio me costó entender lo que se deseaba presentar, sin embargo, después de algún tiempo estudiando el turismo como ciencia, comprendí que se había pretendido ejemplificar un real sistema de turismo para nuestro país, conformado de ejes tales como: Los servicios turísticos, servicios públicos, el patrimonio ambiental y el patrimonio cultural. Este último se dividía en el patrimonio tangible y el intangible. En este patrimonio intangible, se sugería en aquel momento que debían estar integrados: el folclore, la música y la gastronomía. Aikawa (2009) afirma que en “el concepto de patrimonio cultural intangible se engloban los aspectos más importantes de la cultura viva y de la tradición. Sus manifestaciones son amplias y diversas, ya se refieran a la lengua, las tradiciones orales, el saber tradicional, la creación de cultura material, los sistemas de valores o las artes interpretativas. El patrimonio intangible junto al tangible permite consolidar la creatividad, la diversidad y la identidad cultural”. Hay que reconocer que en los últimos años se le ha prestado especial atención al desarrollo del patrimonio cultural intangible en Venezuela. Se ha intensificado la promoción de manifestaciones que hasta ya se consideraban perdidas. Actividades musicales como las que se presentan en el Centro de Arte La Estancia y en plazas y plazoletas de todo el país, por nombrar algunas, son merecedoras de un gran aplauso. No obstante, un importante patrimonio intangible como lo son nuestras lenguas nativas (Español e Indígenas) no ha recibido la atención necesaria a pesar de los intentos con actividades como jornadas y encuentros que se han venido desarrollando en los últimos tres años. Países como España y México tienen una considerable entrada de divisas anuales por el concepto del conocido Turismo Lingüístico, incluso el Gobierno Español lo incluye en el PIB anual. Otras naciones hermanas hispanoamericanas ya lo ofrecen como producto turístico en las páginas de Internet de sus respectivos Ministerios o Secretarías de Turismo. Venezuela cuenta con un excelente talento humano tanto en turismo como en la enseñanza de las lenguas pero por sobre todo, contamos con riquezas naturales que ningún otro país en el continente pudiese ofrecer como atractivos para que visitantes hablantes de otras lenguas se sientan motivados a venir a aprender las nuestras, al tiempo que hacen turismo y disfrutan de nuestros productos y servicios. Definitivamente, tenemos todo, absolutamente todo para convertirnos en una potencia en materia de Turismo Lingüístico. ¿El llamado? a los órganos competentes en materia turística, relaciones exteriores, educación y cultura, turistólogos, tour operadores, lingüistas, profesores de lenguas extranjeras, entre muchos otros. El lenguaje como producto turístico es sin duda una alternativa para el desarrollo económico de esta patria grande.

Ciro García
cirojoe@gmail.com

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